Al advertir la presencia del control, el conductor intentó evadirlo, maniobra que activó la respuesta inmediata del personal policial. Tras una breve persecución, el vehículo fue interceptado y su conductor, un joven de 25 años, quedó demorado.
Al solicitarle la documentación obligatoria, los uniformados notaron que el hombre se mostraba visiblemente nervioso y no contaba con los papeles requeridos. Fue en ese momento, a través del vidrio, cuando los efectivos observaron un detalle que modificó por completo la situación: un arma de fuego apoyada en el asiento trasero.
Ante el hallazgo, se dio aviso al fiscal de turno, quien ordenó la requisa del vehículo. El procedimiento confirmó las sospechas: en el interior se encontró un arma calibre .32 y seis cartuchos del mismo calibre, elementos que fueron formalmente secuestrados.
El conductor quedó detenido y a disposición de la Justicia, mientras el operativo continuó desplegado en la zona, reforzando los controles habituales de fin de año, donde la combinación de tránsito intenso, nerviosismo y conductas evasivas suele derivar en intervenciones de alto riesgo.
Fuente: El Sol