El Gobierno postergó la suba del impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, que debía entrar en vigencia este 1° de octubre, y cuyo impacto se trasladaba de manera directa al precio de la nafta y el gasoil.

La medida fue oficializada a través del Decreto 699/2025, publicado en el Boletín Oficial, y establece que el incremento recién se aplicará el próximo 1° de noviembre. La postergación modifica el cronograma dispuesto por el Decreto 617/2025, que fijaba el ajuste para este mes.

Según el texto, la decisión responde a la necesidad de “continuar estimulando el crecimiento de la economía a través de un sendero fiscal sostenible”. De esta forma, los combustibles permanecerán con los mismos valores que en septiembre, en un contexto en el que otros servicios, como luz y gas, sí aplicaron aumentos durante octubre. La normativa vigente, establecida en la Ley 23.966, dispone que los impuestos a los combustibles deben ajustarse trimestralmente según la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) difundido por el INDEC.

Estos incrementos deberían aplicarse en enero, abril, julio y octubre de cada año. Sin embargo, como ya ocurrió en gobiernos anteriores, el Ministerio de Economía optó por diferir la entrada en vigencia. La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) es la encargada de aplicar estos ajustes, que ahora se trasladarán a los precios desde noviembre.