Según informaron, la maniobra consistió en la modalidad conocida como “secuestro virtual”.

Una víctima recibió un llamado en el que le aseguraban que su esposo había sido secuestrado y le exigían el pago inmediato de un rescate mediante transferencia bancaria. Sin embargo, mientras se desplegaban los protocolos de emergencia, una dotación policial localizó al supuesto secuestrado en su lugar de trabajo, comprobando que se encontraba en perfecto estado.

Las autoridades explicaron que este tipo de estafas se caracterizan por: Llamadas telefónicas en las que los delincuentes simulan tener retenido a un familiar. Uso de datos personales o información general para dar credibilidad al engaño. Exigencia de transferencias inmediatas de dinero a cuentas (CBU) proporcionadas por los estafadores. Se ha detectado incluso la posible participación de operadores extranjeros, lo que revela un accionar organizado con características transnacionales.

Desde la Jefatura se brindaron recomendaciones claves para evitar caer en estas maniobras: mantener la calma, no brindar información personal ni familiar, cortar la comunicación y verificar el paradero del supuesto secuestrado.

Además, llamar de inmediato al 101 para dar aviso a la Policía y nunca concretar transferencias sin haber confirmado la situación. La investigación continúa con el objetivo de dar con los responsables.

Mientras tanto, las autoridades insisten en la importancia de la prevención, la alerta comunitaria y la denuncia como herramientas fundamentales para enfrentar este tipo de delitos virtuales.