El Gobierno postergó nuevamente la actualización completa de los impuestos a los combustibles, limitando así los aumentos en las naftas y el gasoil desde el 1° de septiembre para evitar su impacto en la inflación. Según anticipan los economistas, en agosto la cifra habría sido superior al dato de 1,9% de julio que informó el Indec y prevén que rondará en 2%.
De esta manera, la decisión oficial busca aliviar el traslado de la carga impositiva a los costos de transporte y reducir la presión sobre los precios en los surtidores. La normativa vigente establece que ambos tributos deben actualizarse trimestralmente según la variación del Índice de Precios Minoristas (IPD).
Sin embargo, a fines de agosto, mediante el Decreto 617 publicado en el Boletín Oficial, el Ejecutivo resolvió mantener la aplicación parcial de los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (CO2), tal como lo viene haciendo en lo que va de 2025 a través del esquema de subas periódicas que se reinstauró este año, tras haber estado suspendido gran parte de 2024.
De acuerdo con el estudio, en los últimos 12 meses los precios internacionales del petróleo y los combustibles líquidos mostraron caídas: el barril de crudo West Texas Intermediate (WTI), referencia en Estados Unidos, retrocedió 17%, y el Brent, el principal indicador para el mercado local, bajó 15,9%, ambos en dólares. En contraposición, el precio promedio de la nafta súper en Argentina aumentó 32,6% en pesos.
Semanas atrás, Arceo explicó que “pese a que la baja en el barril del crudo era el momento para recomponer el ICL, hubo una decisión política de privilegiar la contención de la inflación”. “Ahora bien, el atraso con este tributo representa la mitad de los subsidios al sector energético”, advirtió el director de Economía y Energía. En ese sentido, se estima que la medida equivale a entre 40% y 50% de lo que será la totalidad de los subsidios a la energía durante 2025. El mercado calcula que todavía resta ajustar en más de 90% el ICL, un impuesto que hoy recauda 0,6% del Producto Bruto Interno (PBI) y debería estar en torno al 1%.
Fuente: El Once