Con la mira puesta en la gobernabilidad y en fortalecer vínculos estratégicos, el gobierno provincial mostró músculo político en San José de Feliciano. Allí, las espadas del gobernador Rogelio Frigerio —Mauricio Colello y Manuel Troncoso— compartieron agenda con la senadora peronista Gladys “Meca” Domínguez, cuyo rol fue clave para que la ley de creación de la nueva Obra Social de Entre Ríos (OSER) obtuviera media sanción en la Cámara Alta.

La abstención de Meca, en una votación cargada de tensiones, abrió el camino legislativo a uno de los proyectos más ambiciosos del oficialismo. La movida, sin embargo, le valió duras críticas por parte de sus compañeros del bloque de Más para Entre Ríos y un fuerte rechazo de la Intersindical, especialmente en su departamento, donde hubo escraches y declaraciones públicas de repudio.

De la agenda también participaron el ministro de Planeamiento, Darío Schneider; el titular del IAPV, Manuel Schönhals; y la diputada María Elena Romero. La actividad incluyó la inauguración de la Residencia Femenina de la Escuela Agrotécnica Nº 52 “Manuel Bernard”, la entrega de escrituras y una recorrida por el barrio 22 Viviendas del IAPV.

No pasó desapercibido que tanto Colello como Troncoso destacaran públicamente a Domínguez. El gesto se interpreta como una señal política clara: el oficialismo abre el juego a figuras con peso territorial que, sin romper formalmente con sus bloques, muestran disposición al diálogo y acompañamiento.

Vale recordar que Meca Domínguez llegó a su banca sin el respaldo pleno del PJ entrerriano. En las PASO de 2023 compitió con boleta corta, sin estructura ni apoyo del entonces candidato a gobernador peronista. Pese a todo, ganó las primarias y luego se impuso en las generales.

Hoy, tras semanas de tensión interna y exposición pública, la senadora aparece más cerca del oficialismo que del bloque peronista. ¿Será solo una jugada táctica o se viene un reacomodamiento más profundo?