Desde el balcón central de la basílica de San Pedro, ante miles de fieles reunidos pese a la lluvia, el Papa afirmó que "el nacimiento de Jesucristo es el nacimiento de la paz verdadera".
Antes de impartir la bendición que concede la indulgencia plenaria, el Papa felicitó la Navidad en diez idiomas -italiano, francés, inglés, alemán, español, portugués, polaco, árabe, chino y latín-, deseando que "la paz de Cristo reine en los corazones y en las familias".
Fue un gesto significativo en una celebración marcada por su insistencia en la dimensión universal del mensaje navideño.
En su mensaje, León XIV subrayó que la paz traída por Cristo no es la simple ausencia de conflictos, sino un don que vence el pecado, el odio y la violencia mediante el amor misericordioso de Dios, y que exige la implicación concreta de cada persona. "Cada uno de nosotros puede y debe hacer lo que le corresponde para rechazar el odio, la violencia y la confrontación, y practicar el diálogo, la paz y la reconciliación", afirmó.