01/12/2025  -  Economía
Agroperspectivas.
El agro argentino avanza con buenas perspectivas: soja, maíz y trigo muestran solidez pese a la volatilidad global.
El mercado internacional viene de una semana calma tras el feriado de Acción de Gracias en EE.UU., mientras que en Argentina los cultivos de soja y maíz muestran excelente estado y el trigo confirma una producción que podría rozar las 26 millones de toneladas. Así lo analiza Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, quien advierte sobre oportunidades y desafíos para los próximos meses.

Tras una semana con escasa actividad en Chicago por el feriado del Día de Acción de Gracias, los mercados agrícolas globales mostraron pocas variaciones. En soja, la atención continúa puesta en el ritmo de compras de China luego del entendimiento alcanzado con Estados Unidos. En los últimos días se concretaron nuevos negocios que encaminan la posibilidad de llegar a las 12 millones de toneladas comprometidas.


Sin embargo, el contexto no deja de ser llamativo: la soja brasileña mantiene precios más competitivos, los stocks en puertos chinos siguen elevados y el margen de molienda permanece en terreno negativo. “Estamos claramente ante compras de carácter político, más que comercial”, sostuvo Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.


Aun así, las operaciones estarían pautadas para entregas a partir de enero, lo que podría quitarle espacio a la mercadería brasileña. En Brasil, el avance inicial de la siembra fue muy rápido, pero luego se desaceleró por falta de lluvias. Con las precipitaciones recientes, el ritmo parece haberse normalizado, aunque sin señales concluyentes. “Será clave seguir de cerca cómo evoluciona la campaña sudamericana en las próximas semanas”, advirtió el especialista.


Panorama argentino: soja y maíz en muy buen estado

En Argentina, la siembra de soja avanza con cierto retraso por los excesos de humedad: ya se implantó el 36% del área, lo que implica un atraso de 9 puntos respecto del ciclo previo. De todos modos, los cultivos muestran condiciones muy favorables. Romano remarca que este exceso de agua, lejos de ser un problema, está permitiendo un desarrollo inicial muy sólido: “La humedad disponible es excelente y los perfiles bien cargados nos permiten proyectar una producción muy buena, aun con demoras en las labores”.


A este escenario se suma la presión sobre los precios que generan los últimos embarques de soja poroto asociados al período de Derechos de Exportación del 0%. Aunque la cola de buques se redujo, aún se ubica cerca del millón de toneladas, un nivel muy elevado para esta época del año y que podría sostener el mercado en el corto plazo.


En maíz, tanto Estados Unidos como Brasil y Argentina muestran actividad comercial, lo que mantiene al cereal internacionalmente firme. La siembra del maíz temprano local cerró con cerca del 35% del área implantada y en excelente estado. Con la humedad actual, en algunas regiones ya comenzó la implantación de tardío. “Todo indica que podríamos alcanzar sin mayores dificultades las 58 millones de toneladas proyectadas”, explicó Romano.


La menor cola de buques en comparación con 2023 también sugiere que la demanda está activa, lo que favorece la mejora de los precios disponibles. Sin embargo, advierte que la fuerte oferta esperada para marzo/abril podría generar presión bajista, mientras que el maíz tardío tendría más chances hacia julio si se complica la safrinha brasileña.




Trigo: producción récord, pero con calidad comprometida


El trigo enfrenta un escenario dual. Por un lado, Australia ingresa con una cosecha grande y Estados Unidos muestra una mejora notable en las condiciones de su trigo de invierno antes de la hibernación. Por otro lado, en Argentina la cosecha avanza con rindes sobresalientes y llevó a la Bolsa de Cereales de Buenos Aires a elevar su proyección a 25,5 millones de toneladas. “Estamos frente a una campaña excepcional en volumen, que ya toca niveles cercanos a los 26 millones de toneladas”, destacó Romano.


Sin embargo, la calidad preocupa: el nivel de proteína del trigo argentino se ubica entre 9% y 10% en base seca, lejos de los estándares habituales para exportación. “El bajo contenido de proteína complica seriamente la clasificación y fuerza descuentos comerciales muy importantes”, explicó el investigador. A esto se suma que las ventas con precio fijado siguen atrasadas: apenas se alcanzó el 18% de la producción, por debajo del 28% histórico.

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