En su primer lunes tras asumir oficialmente el ministerio petrino, el papa León XIV mantuvo una jornada cargada de compromisos: entre múltiples audiencias con líderes políticos y religiosos llegados a Roma para la ocasión, se destacó su primera reunión bilateral con el canciller argentino, Gerardo Werthein.

El funcionario argentino reveló que extendió una invitación al nuevo Pontífice para visitar la Argentina, una propuesta que fue bien recibida. “Algo recibido bien de parte” del Papa, comentó, y agregó: “Tiene muchos deseos de venir”. “Fue una audiencia muy cálida; para mí fue un honor haber sido recibido en el primer día oficial de su papado y hubo buena sintonía. Él es una persona agradabilísima y vamos a trabajar de cerca para fortalecer y afianzar la relación bilateral y para la cooperación mutua”, expresó Werthein.

El canciller, de 69 años, comparte la misma edad con León XIV, con quien también conversó sobre “la próxima visita” del presidente Javier Milei al Vaticano. La audiencia tuvo lugar en la Biblioteca del Palacio Apostólico, donde Werthein fue recibido por el cardenal Robert Francis Prevost. El purpurado, que vivió más de dos décadas en Perú -país que le otorgó la ciudadanía-, habla español con fluidez y ofició como anfitrión en el encuentro.

Durante la audiencia también se abordaron temas de actualidad internacional. Según Werthein, conversaron “de la situación del mundo y de los procesos de paz a los que también está muy interesado en participar el Presidente”. Respecto de un eventual viaje del Papa a la Argentina -que sería el primero desde la visita de san Juan Pablo II en 1987-, el canciller explicó que aún no hay precisiones, aunque destacó la buena predisposición de León XIV.

Al ser consultado sobre si el viaje podría coincidir con una visita a Perú, país que el Pontífice considera su segunda patria, respondió que no lo sabía. Como parte del intercambio protocolar, Werthein entregó al Papa una edición del Martín Fierro, obra clásica de la literatura argentina que le gustaba especialmente a su antecesor, Francisco. El gesto fue recibido con agrado por León XIV, en una jornada marcada por el acercamiento entre la Santa Sede y el gobierno argentino.

Fuente: La Nacion