Ante este aumento, el BCRA decidió también un alza en la tasa mínima que pagan los plazos fijos para las personas físicas. A partir de ahora, los depósitos a 30 días realizados por personas físicas pagarán una tasa del 75% anual, siempre que no superen los $10 millones. Para el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado, la tasa mínima garantizada será del 66,5%.
De esta forma, el BCRA repitió el esquema que viene implementando desde comienzos del año: luego de cada publicación del índice de inflación, aplica una nueva suba de su tasa de referencia que, a su vez, impacta sobre el resto de las tasas de la economía. La principal consecuencia de esta decisión es que los depósitos tendrán un rendimiento más alto, lo que implica un incentivo para ahorrar en pesos pero, como contrapartida, el crédito se volverá más caro tanto para las empresas como para las familias.