En un momento dado, alguna parte del mundo está en llamas, y
sabemos que los incendios forestales tienen muchos impactos en los seres
humanos, la vida silvestre y la economía; siendo los incendios forestales
uno de los principales impulsores de las emisiones de gases de efecto
invernadero y también son responsables del 5 al 8% de los 3,3 millones de
muertes prematuras anuales por mala calidad del aire, según la
investigación “Las fuentes de contaminación del aire exterior y la mortalidad
prematura a escala mundial”.
El cambio climático está afectando a los incendios
forestales de dos formas principales. El primero es un aumento en el
riesgo o la probabilidad de que se produzca un incendio forestal. El
segundo son temporadas de incendios más largas, y esto se debe principalmente
al aumento de las temperaturas.
El Dr. Matthew Jones, investigador principal de emisiones de
incendios en la Universidad de East Anglia del Reino Unido opina, “Que el
cambio climático antropogénico (de origen humano o derivado de la actividad del
hombre), ha aumentado la inflamabilidad de los combustibles del paisaje y ha
ejercido una presión ascendente sobre la actividad de los incendios”.
Nueva tecnología
Los incendios todavía se ganan y se pierden mediante un
trabajo agotador en el campo y tácticas relativamente de baja tecnología, como
quemar áreas estratégicas cerca del borde de un fuego activo para ralentizar o
detener su progreso y rociar agua y espuma para frenar las llamas. Las
mejores herramientas suelen ser sencillas: motosierras, excavadoras, mangueras
y mochilas para lanzar agua, etc.
En los Estados Unidos están recurriendo a tecnologías de
vanguardia, desde supercomputadoras que generan mapas de incendios casi en
tiempo real y utilizando drones para revisar constantemente el área incendiada
para mejorar la forma de responder a estos megafuegos.
Sin embargo, dado que el cambio climático contribuye a
incendios más frecuentes, más graves y más grandes que amenazan a los seres
humanos, la infraestructura y los recursos naturales a niveles sin precedentes,
como especificamos al comienzo de esta nota, los métodos de respuesta y
supresión deben evolucionar. Las innovaciones están proporcionando a los
equipos de extinción de incendios herramientas adicionales para detectar,
contener e incluso extinguir incendios más rápido y con mayor seguridad.
Detectar incendios más rápido
Un problema común con los incendios forestales es que se
detectan demasiado tarde y ya están muy extendidos. Actualmente, la
mayoría de los incendios son reportados por civiles o pilotos de
aviones. Sin embargo, ese enfoque irregular puede provocar incendios que
se prolongan durante horas o, a veces, días antes de que se movilicen los
recursos.
Una empresa de inteligencia geoespacial o startup con sede
en Santa Fe, Nuevo México, EE.UU. llamada Descartes Labs está tratando
de reducir ese retraso entrenando su inteligencia artificial para detectar
incendios en ciernes. El software de inteligencia artificial de la
compañía rastrea imágenes entregadas cada diez minutos desde dos satélites
meteorológicos de EE. UU., en busca de puntos calientes como humo o cambios en
los datos infrarrojos térmicos que podrían significar que puede haber estallado
un incendio.
A partir de ahí, se ejecutan varios algoritmos, cada uno de
los cuales busca diferentes propiedades de un incendio forestal, para
determinar si hay un incendio presente. Si los algoritmos llegan a un
consenso, el sistema envía una alerta de texto a los responsables de incendios
de la localidad, proporcionando las coordenadas de longitud y latitud del
incendio y cómo llegar hasta el fuego.
“Eso es realmente útil, particularmente de noche o cuando
estás en la cima de un pico a 20 kilómetros o más de distancia y es difícil
determinar dónde está realmente el fuego”, dice Donald Griego, jefe de la
oficina del departamento forestal del estado de Nuevo México. Desde su
lanzamiento hace dos años, el sistema ha detectado más de 6.000 incendios,
algunos tan pequeños como cuatro hectáreas, en tan solo nueve minutos.
En la región vinícola de California se está probando una tecnología
similar de detección temprana. En el condado de Sonoma, varias agencias
locales comenzaron a instalar un sistema de cámaras montadas en torres como
parte de un sistema de alerta de incendios.
Los dispositivos escanean y fotografían áreas propensas a
incendios y cada diez segundos envían imágenes al centro de emergencia contra
incendios operado por los observadores. Las cámaras también están
vinculadas a un software de inteligencia artificial que compara todas las
imágenes entrantes con imágenes históricas de las mismas ubicaciones. Si
algo parece fuera de lugar, los equipos de emergencia son notificados de
inmediato y enviados para verificar de primera mano.
Conclusión
A medida que el clima se calienta y los incendios se vuelven
más extremos, los científicos del fuego saben que su trabajo es más relevante
que nunca. Las advertencias no van a detener el fuego, pero tal vez nos
ayuden a decidir dónde tomar las decisiones, porque cada minuto importan.
Por Prof. Norberto Ovando*
* Presidente /Asociación Amigos de los Parques Nacionales
(AAPN)
Experto Comisiones
Mundial de Áreas Protegidas (WCPA) y,
Educación y
Comunicación (CEC)
Unión Internacional
para la Conservación de la Naturaleza (IUCN)