Un cerebro detrás de todo este robo en la piel del Profesor (Álvaro Morte) ponía a estos ladrones en el centro de la escena mientras él, desde un lugar remoto, ideaba y resolvía todos los imprevistos que iban surgiendo. Nada se le escapaba a este hombre introvertido, correcto, que manejaba a la perfección sus emociones. Ningún impulso desde el exterior podía modificar su esquema preestablecido. Pero como a todo Napoleón le llega su Waterloo, en esta cuarta temporada lo veremos tropezarse con muchos imprevistos, que, contaminados por su historia de amor, lo pueden hacer caer en errores que antes parecían imposibles.
Así fue como llegamos a esta cuarta temporada, con sus nuevos 8 episodios. La anterior entrega nos había dejado a Nairobi (Alba Flores) al borde de la muerte, a Lisboa atrapada por la policía (de la que ella formaba parte), a la amenaza latente dentro del Banco de España con el jefe de seguridad, Gandía (José Manuel Poga), y a Palermo (Rodrigo de la Serna) al mando de un grupo con el que comenzó a tener diferencias. Muchos cabos sueltos quedaron en los últimos episodios de la tercera parte. El destino de ciertos personajes y la resolución del nuevo atraco son algunos de ellos.