Respecto de la indigencia, en el segundo semestre de 2017 en Concordia alcanzaba al 3,7 por ciento de hogares y 4,8 de personas; mientras a fin de 2018 era del 5 por ciento (1.800 hogares) y 7,6 por ciento (8.332 personas), respectivamente.
En el Gran Paraná, en tanto, había 2,5 por ciento de hogares indigentes, y un 3,7 por ciento de personas. Esos números porcentuales llegaron a 4,7 (3.759 hogares) y 6,7 (14.697 personas), en cada caso, en el segundo semestre de 2018.
La cantidad de personas bajo la línea de indigencia son 2.713.533 (un 6,7 por ciento), si se proyectan a nivel país. Esto quiere decir que 793.533 personas más tienen problemas severos para alimentarse.
Justamente, el gobierno anunció a comienzo de este mes un aumento de la Asignación Universal por Hijo (AUH) de 46 por ciento con la venia del Fondo Monetario Internacional (FMI), que en el marco de su acuerdo con la Argentina habilita un gasto de 0,2 por ciento del PBI para temas sociales mientras impulsa un fuerte ajuste fiscal y monetario para estabilizar el dólar y la inflación en el marco del Stand-By Agreement por el cual el país recibirá en total 57.000 millones de dólares.
En el segundo semestre de 2017, la pobreza era de 25,7 por ciento, mientras que la indigencia llegaba al 4,8 por ciento, siempre para personas, no para hogares. En tanto, el dato publicado hoy por el Indec muestra también un avance de la pobreza y la indigencia con relación al primer semestre de 2018. Entonces, la pobreza era de 27,3 por ciento y la indigencia, 4,9. Sin embargo, teniendo en cuenta que el organismo mide la pobreza por ingresos y el mercado laboral tiene una alta estacionalidad, la mejor comparación -que evita distorsiones- siempre es la interanual, publicó La Nación.
Según el índice de pobreza multidimensional que el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) publicó el lunes pasado, casi 1,9 millones de personas se habían sumado a la pobreza en 2018. La metodología de la universidad es diferente a la del índice publicado hoy por el Indec. Para la casa de estudios, es pobre no sólo quien está bajo la línea de los ingresos requeridos para comprar la canasta básico sino aquellos que tienen al menos una carencia de derechos en base a seis dimensiones relevadas.
"Buena parte del crecimiento de la pobreza multidimensional y de la pobreza estructural se debió fundamentalmente al aumento de la pobreza por ingresos", describió esta semana el coordinador del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, Agustín Salvia, al presentar su informe de la universidad. "Quizá muchas personas tenían problemas de carencias multidimensionales estructurales, pero ahora sumó la incapacidad monetaria en temas de consumo para cubrir la canasta básica total", completó el sociólogo.
"Desde que empezamos a medir la pobreza, casi dos millones de argentinos pudieron superarla. Pero lamentablemente la pobreza ha vuelto a los niveles de antes", había advertido el presidente Mauricio Macri en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso. Ya el año pasado el Gobierno había admitido que subiría la pobreza tras la crisis que comenzó en abril.