Concordia, Entre Ríos ARG
Jueves, 28 Marzo 2024
   
Espectáculos  Viernes 15 de Marzo del 2019 - 07:02 hs.                888
  Espectáculos   15.03.2019 - 07:02   
Nahir Galarza: "Me gustaría pedirle perdón a Fernando Pastorizzo"
En unos días se cumplirán 15 meses del crimen de Fernando Pastorizzo en Gualeguaychú, Entre Ríos, perpetrado por su novia Nahir Galarza. El joven fue asesinado de dos disparos en la madrugada del 29 de diciembre de 2017. Siete meses después, el 3 de julio, Galarza fue condenada a prisión perpetua.

El caso acaparó la atención de los medios desde un principio y continuó luego de la sentencia. Desde la cárcel, Galarza habló públicamente en varias ocasiones. En diálogo con Infobae, había confesado: "Más allá del drama, del dolor, de lo que pasó, me estoy tratando de reinventar, de empezar con lo que quedó".


En las últimas horas Galarza concedió una nueva entrevista. En este caso, habló por primera vez en televisión en un mano a mano con El diario de Mariana, realizado desde la Unidad Penal Nº6 de Paraná, donde ella está alojada desde principios de septiembre del año pasado, junto a otras 88 reclusas.


En un adelanto presentado este jueves por el programa, se reveló que la joven dijo sentirse "culpable por lo que pasó" y confesó en diálogo con Mariana Fabbiani: "Me gustaría pedirle perdón a Fernando Pastorizzo".


Desde su primera entrevista pública, la joven se mostró molesta por la cobertura de la prensa: "Me pintaron como una loca y no lo soy", había dicho al diario Ahora de Paraná. Con el correr del tiempo, ante cada nuevo contacto ante los medios iría dejando más consideraciones.


—¿Tratás de borrar de tu cabeza lo que pasó el 29 de diciembre de 2017? —le preguntó Infobae a Nahir.


—Reviví todo, con todo me refiero del hecho para atrás y hasta ese día, lo que me acordaba, porque sinceramente hay cosas que no me acuerdo. Declaré en el juicio porque lo tenía que hacer, dar una explicación, me pareció que tenía que desprenderme de todo eso. Además de asimilar todo lo que me estaba pasando ese día, lo que tuve que contar en el juicio fue muy difícil. Los nervios de tener a la prensa detrás mío, gente desconocida que fue a presenciar el juicio, jueces, fiscales, abogados. Fue muy difícil porque no soy de contar mis cosas, no me gusta hablar nada sobre mí. Hacerlo delante de todos fue tremendo, además de lo difícil y feo que fue lo que viví y lo que pasó. Cuando terminé de declarar, salí y fui a ver a mis padres, lloré lo que tenía que llorar y ya está, dije, nunca más me quiero acordar de esto, y me desprendí, no quiero volver al pasado. No quiero estancarme ni quedarme en ese día horrible. Todo lo que debía decir lo dije en el juicio. No quiero volver a hablar de este tema, además no quiero ser malinterpretada. Ya fui juzgada y condenada.


—¿Qué sentiste cuando te llamaban ángel, demonio o monstruo?


—La verdad en todos estos meses no me enteraba de nada, estaba totalmente aislada. Me enteré ahora, que tenemos un televisor y puedo ver las noticias. Pero estaba aislada. En realidad, no me importaba mucho cómo me estaban describiendo porque yo sabía lo que me había pasado. Lo que soy. Lo que sí me molestó es que se haya jugado tanto, que a nadie le haya importado quién era yo, qué me pasó realmente. Todo el mundo compraba lo que le vendían y no les importaba nada. Nadie sabe lo que pasó, lo que sufrí estos meses y los años anteriores, nadie me conoce realmente ni sabe lo que tuve que pasar. Además de asimilar lo que me estaba pasando en ese momento, tenía que afrontar un juicio, una condena social, mediática y además todo lo que me venía pasando años anteriores. Era muy difícil para mí, una acumulación de cosas. No era que solo estaba en una causa y listo. Además tuve problemas con mi peso, estuve dos años haciendo dieta para poder engordar, no podía, no sabía qué pasaba. No sé, es como que tenía ganas de que me tragara la tierra. Me estaba pasando todo junto, y nada me salía bien, nada nuevo, nada bueno. Lo único que me hizo salir adelante fue mi familia, siempre tuve el apoyo de ellos, nunca me juzgaron, ellos me hicieron salir adelante. Creo que todo tiene una respuesta, que todo pasa por algo. Que a todo se le puede buscar una solución.


—¿Cómo pasás tus días en la cárcel?


—Trato de vivir el ahora, ni quedarme en el pasado ni en lo que va a pasar. Trato de vivir, de concentrarme en lo que estoy haciendo ahora porque si no, te deprimís, si te ponés a pensar todos los días en el pasado, en por qué estás acá, en lo que estarías haciendo afuera en este momento, o qué hubiera pasado si… caés en la depresión, ni vivís.


—¿Creés en un punto que esto que estás viviendo es por algo?


—Yo creo que todo pasa por algo, y creo que si no estuviera acá, en la cárcel, estaría en un lugar peor.