Ahora te preguntarás ¿por qué? Pues, todo se debe a que al cortar las células con el cuchillo este compuesto sale de su lugar y entra en contacto con la alinasa, una enzima también presente en la cebolla que genera la reacción originaria de tres compuestos: piruvato, amoniaco y un gas llamado Syn-propaniotal-S-óxido

Pero es este gas el que provoca el llanto, pues al alcanzar los ojos reacciona con el agua presente en la superficie, dando lugar al ácido sulfúrico que, como buen ácido, genera irritación.

¿Cómo podemos evitar llorar mientras cortamos cebolla?

Existen muchos mitos urbanos alrededor de las lágrimas de la cebolla, por lo que seguro que has escuchado más de un truco para evitarlas, como ponerse otro trozo de cebolla en la cabeza mientras se corta.

Y la verdad, sabiendo cuál es el motivo del llanto ese método no parece muy útil ni agradable, sobre todo por el olor que queda en el cabello, pero sí hay algunos trucos que pueden resultar útiles.

Por ejemplo, algo tan sencillo como cortar la cebolla lo más alejada posible de nuestro rostro o llevarlo debajo del chorro de agua para ayudar a que los gases irritantes no alcancen el ojo.

Finalmente, wapa, como última opción hay quién evita usar cebolla en creaciones culinarias como la tortilla de papa, pero no es necesario tomar medidas tan drásticas. Al fin y al cabo, una tortilla sin cebolla no es tortilla. Al menos para muchas personas, entre las que me incluyo.