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Judiciales  Lunes 25 de Junio del 2018 - 18:38 hs.                1537
  Judiciales   25.06.2018 - 18:38   
Juicio en Gualeguaychú
Nahir Galarza reconoció que mató a Pastorizzo “por accidente” y la Fiscalía solicitó la pena de prisión perpetua
Tras dos horas de alegatos, los fiscales Lisandro Beherán y Sergio Rondoni Caffa solicitaron para Nahir Galarza la pena de prisión perpetua por el crimen de Fernando Pastorizzo, en el marco de una nueva audiencia del juicio oral y público que se desarrolla en Gualeguaychú para esclarecer la muerte del joven, ocurrida en diciembre de año pasado. Antes, la única imputada amplió su declaración, dijo sentirse “culpable y arrepentida” y admitió haber matado al joven, aunque sostuvo que se trató de “un accidente”.

La exposición de la Fiscalía comenzó con la intervención de Rondoni Caffa, mientras que el cierre correspondió a Beherán, quien se centró en las características del vínculo entre la víctima y la imputada. Los fiscales hicieron una serie de referencias respecto de la carga probatoria que, según expusieron, acreditan sobradamente la relación entre los jóvenes. En este sentido, destacaron el viaje a Brasil que realizó Pastorizzo con los Galarza, las fotos juntos y los mensajes de la pareja. 


Según informó R2820, junto con el agravante del uso de arma de fuego, el vínculo de Galarza la ubica ante la única posibilidad considerada por la Fiscalía: el pedido de la máxima pena dispuesta por el Código Penal. Además, la Fiscalía solicitó al Tribunal que Galarza permanezca detenida hasta tanto la sentencia quede firme. 


Luego de un cuarto intermedio de 10 minutos, se retomó la audiencia para conocer los alegatos de ambas querellas, quienes adelantaron que pedirán el agravante de la alevosía. 


Antes, durante la audiencia, Nahir Galarza prestó declaración durante aproximadamente una hora. En el tramo final de su extensa alocución, la joven describió cómo fue el día del crimen de Pastorizzo y afirmó: "Todos los días tengo la culpa de haber agarrado el arma".


La imputada por el homicidio que conmocionó al país insistió con que fue Pastorizzo quien tomó el arma de su padre de arriba de la heladera, que los dos disparos fueron accidentales, que no eran novios sino que sólo tenían sexo, que ella era víctima de violencia de género y dijo que él la trataba de "zorra desesperada".


"Cuando terminamos de tener relaciones me empezó a reprochar cosas. Me dio impotencia porque siempre se acordaba de esas cosas después. Le dije que se fuera de mi casa, que no quería hablar más. Me acerqué a la puerta, Fernando me decía que era mi culpa que él se pusiera así. Me decía que no lo iba a hacer más pero siempre lo volvía a hacer. Le conté de Rafael, que hacía tiempo me veía con él. Le eché en cara que ese chico me había tratado mejor, que era mejor que él, que no me pensaba dejar de ver con nadie por él. Me agarró del pelo", dijo Nahir antes de volver a llorar.


Y prosiguió, para luego volver a romper en llanto: "Me insultaba, me decía una palabra que a mí me afectaba un montón: 'depresiva'. Yo le había contado que a veces llegaba a mi casa y me ponía a llorar. Le dije que estaba con alguien que me trataba mejor. Se enojó. Me sacó de la habitación. Dijo que no le vuelva a decir eso, que me iba a ir con él", sostuvo.


Enseguida, sobrevino el momento fundamental, que fue escuchado con gran atención por una sala de audiencias repleta y silenciosa: "Sacó el arma de arriba de la heladera de la cocina. Me apuntó en la cabeza. Dijo que no llorara, que iba a despertar a alguien y era verdad porque quién se iba a despertar mi papá. Dijo que si yo quería que se calmara, que hiciera lo que él quería. Le dije que dejara el arma, que era de mi papá, que la dejara donde estaba y se calmara. Pero cuando estaba enojado conmigo, él se cegaba y no me escuchaba", señaló la joven.


"Yo estaba nerviosa. Me dijo que no intentara hacer nada, que no saliera corriendo. Me dijo que esperara adentro. Sacó la moto. En la esquina estaba Joaquín Osorio discutiendo con la novia. Fernando me agarró del brazo, dijo que me fuera con él. Me dio el casco gris. Yo no me quería ir con él pero, ¿qué le iba a decir a mi papá? ¿Que había dejado que se llevara su arma?", recordó que se cuestionó entonces, presuntamente.


"Me decía que me callara, arrancó y me preguntó si me seguía viendo con ese chico -en referencia a Osorio, el que estaba en la esquina-. Yo le decía que no. Siempre le negaba todo porque se enojaba, pero ya estaba enojado. Le traté de sacar el arma pero la tenía agarrada con la mano adentro. Yo le decía que se calmara. Decía que me veía con todo el mundo, que era una mentirosa. Yo lo único que le decía era que se calmara", reiteró Nahir.


La imputada dijo, además: "En un momento, estábamos en la Del Valle, y empezó a ir más despacio; le contesté que no entendía por qué le molestaba si él hacía lo mismo que yo, que no éramos nada. Le dije que me llevara a mi casa, que me devolviera el arma. Le pregunté qué pensaba hacer. No contestó nada... Yo vi que estábamos cerca de la casa de mi abuela, entonces le dije que me llevara ahí. No contestó nada pero tomó por Avenida Parque. Él sabía dónde quedaba porque había ido con mi primo. Cuando llegamos a esa calle empezó a acelerar fuerte, había que doblar en la esquina porque era una calle cortada y él no bajaba la velocidad".


En este momento, Nahir volvió a detenerse para llorar y bebió agua, ante la mirada y la escucha atenta del Tribunal y todos los presentes. José Ostolaza, su abogado defensor, intervino y resolvió suspender el testimonio. Propuso reanudarlo el jueves, pero Nahir lo interrumpió y manifestó que quería "contarlo". 


"Lo que pasa es que en estos meses me ha costado mucho", introdujo, de cara a lo que sería el cierre de su declaración.


"Cuando llegamos a la calle, que empezó a acelerar, yo le grité que parara porque nos íbamos a chocar contra la pared", continuó. "Se empezó a reír. Le dije que no me causaba gracia lo que estaba haciendo. Llegamos a la calle de mi abuela, una calle de tierra, y bajó la velocidad cuando dobló", dijo.


En ese momento, sostuvo la joven, Pastorizzo "perdió el equilibrio, venía manejando con una sola mano y se empezó a tambalear la moto". Hasta que "tuvo que agarrar con las dos, yo me agarro de él y la saco el arma. Se la saqué solamente, no tengo idea cómo la verdad", afirmó.


"En el momento que él se dio cuenta nos caímos los dos para el costado. Me quedé aturdida, fueron dos segundos, fue todo rápido. No he encontrado cómo describir cómo me sentía, se me puso la mente en blanco", aseguró.


E insistió: "Me quedé aturdida. No sabía qué hacer; nunca me había imaginado pasar una situación así. Estaba él ahí y el arma. No me podía quedar pero tampoco me podía ir. No sabía qué hacer, se me había apagado la mente. No tenía noción de nada. Ojalá pudiera saber cómo explicar cómo me sentía. Me fui a dormir. Sabía que Fernando había recibido un disparo. Cuando llamó la mamá se me paró el corazón”, contó.


"Me fui a mi casa y estaban todos durmiendo. Me fui a mi habitación. Sabía que Fernando había recibido un disparo pero del otro no sabía. Fue un momento rápido y que estuviera herido no significaba que iba a morir. Ni siquiera se me cruzó por la cabeza que iba a morir. Me enteré cuando me llamó la mamá. Se me paró el corazón cuando vi que me llamaba ella", afirmó Nahir Galarza.


Y concluyó su testimonio con esta frase: "Todos los días tengo la culpa de haber agarrado el arma en ese momento y no haber dejado que las cosas pasaran de otra forma. Nada más".