El caso es que desde principios de mes de marzo saltó a la palestra en algunos medios americanos el nombre de, atención, Oscar Crane, a quien algunos señalaron como el pasatiempo elegido por Jolie para olvidarse de su expareja, un Brad Pitt en horas bajas al que no queremos imaginar leyendo la información de un supuesto affaire entre su ex y un joven de apenas 20 años. El actor pudo respirar tranquilo- si es que en algún momento dio credibilidad a lo que leía- cuando otros medios empezaron a tirar del hilo para averiguar quién era en realidad ese joven misterioso que había aparecido en algún set de rodaje.

El episodio que hizo saltar precipitadamente todas las alarmas se produjo cuando el chico fue fotografiado acompañando a la hija de Jolie, Vivienne, de 9 años, a su clase de kárate en Los Ángeles. El escáner de algunos tabloides no tardaron en identificar al joven como un tal Oscar Crane, de 20 años, y quien trabajó como asistente de producción en el drama de Jolie en 2014, By the Sea, y como asistente de dirección en su nueva película de Netflix, First They Killed My Father. Unos ingredientes que les debieron parecer perfectos a la hora de cocinar una sensacionalista relación amorosa que ayudara a vender más papel.

Como os podéis imaginar falta el giro inesperado de guión y la sorpresa final. Para empezar, y no es poco, el chico fotografiado con la hija de Angelina Jolie no es Oscar Carne, sino su hermano Oliver, hijo de Simon Crane, antiguo coordinador de dobles que trabajó con la intérprete en títulos como Lara Croft: Tomb Raider o Sr. y Sra. Smith, por nombrar algunas. La familia Crane es amiga de la actriz desde hace mucho tiempo y algunos de sus miembros, como el citado Oliver, la ayudan en tareas de niñero cuando esta necesita que le echen una mano, que no será pocas veces teniendo en cuenta que ella se ha quedado con todos los hijos.

Brad Pitt y Angelina Jolie, en el aeropuerto de Los Ángeles, con cinco de sus seis hijos: Maddox, Pax, Zahara, Shiloh y Vivienne(Gtresonline)

Y así fue como el pobre Oliver Crane (junto a su hermano) se convirtió en el daño colateral de una nueva historia sentimental de Jolie- en este caso falsa- y pasó en cuestión de días de boy toy a Supernanny. Eso sí, un niñero de lujo para una Jolie que sabe cómo y dónde elegir, eso no se lo niega nadie. De todas formas, el tal Crane debería también hacer un ejercicio de lectura de hemeroteca ya que el hecho de ser el niñero de Jolie tampoco le salvaguarda de alguna que otra tormenta eléctrica que le puede caer encima.

La mano que mece la cuna

Y es que una exniñera de la familia Brangelina quiso hablar de forma anómina en 2016 para la revista In Touch para relatar el “infierno” que, según ella, se respiraba en el hogar de la pareja y de sus hijos Maddox, Pax, Zahara, Shiloh y los gemelos Knox y Vivienne. La empleada no dudó en acusar a los padres de la falta de autoridad que había en la casa con revelaciones como esta: “No tienen control sobre los niños. En el medio de la noche corrían por el pasillo, despertaban a sus padres al tratar de subir a en su cama”.

De hecho, Ni Jolie ni Pitt escondieron en ningún momento sus métodos poco ortodoxos a la hora de criar a sus hijos con total libertad algo que, según la versión de la niñera, se les habría escapado de las manos. “Es una casa caótica. Un lugar donde reinan las peleas, las malas palabras y los golpes. Hay muchos enfrentamientos entre los chicos, especialmente entre Maddox y Pax, ya que ambos tienen muy mal temperamento”, confesó a la revista la exempleada.

Quizás por ello el joven Oliver Crane haya pedido empezar por los peques de la casa, los gemelos Knox y Vivienne, sin pensar que acompañando a esta última a su clase de kárate iba a recibir los mismos golpes que ella pero por parte de los paparazzi. Siempre le quedará contactar con la Supernanny para recibir algunas lecciones magistrales para frenar a los niños y, de paso, saber esquivar el veneno de medios de comunicación capaces de todo por lograr una exclusiva, y más si los protagonistas en cuestión son Brangelina, juntos, separados o divorciados.