La medida de fuerza fue resuelta el viernes durante una asamblea del sindicato de Petroleros Privados que encabeza el senador Guillermo Pereyra, y del gremio de los jerárquicos, cuyo secretario general es Manuel Arévalo.
La decisión de YPF obedece a que en julio concluyó el plazo de vigencia de un Plan Preventivo de Crisis (PPC) dispuesto en febrero entre la Cámara de Empresas de Operaciones Petroleras Especiales (CEOPE) -contratistas de servicios- las compañías productoras y el gobierno nacional, que preservó los puestos de trabajo sin carga laboral efectiva.
Arévalo aseguró que mantendrán a los delegados en los yacimientos monitoreando lo que suceda horas antes del paro, y advirtió que "si no ceden, no va haber conciliación obligatoria que aguante esta situación". Pese al anuncio de la medida de fuerza, no hubo novedades de una conciliación obligatoria por parte del Ministerio de Trabajo.
La medida de fuerza afectará a yacimientos convencionales y no convencionales de esa región. Los trabajadores alcanzados por la desactivación de equipos pertenecen a los dos sindicatos y están empleados por las empresas de servicios en las actividades de perforación, terminación, pulling y de servicios asociados (logística, movimientos de suelos y montaje y soldadura).
En este escenario, el ministro de Energía, Juan José Aranguren recibirá mañana a los ejecutivos de las empresas petroleras del país para analizar la coyuntura del sector en un contexto de caída internacional del petróleo crudo.