Los cheques depositados por esta vía deberán contener la leyenda "presentado electrónicamente al cobro" en ambas caras, indicó el Central.
"La decisión se enmarca en las tendencias tecnológicas implementadas en sistemas financieros de todo el mundo, tendientes a reducir los costos administrativos y hacer más eficiente su
gestión, sin por ello dejar de contar con altos estándares de seguridad", señaló la entidad en un comunicado.
En Estados Unidos, este mecanismo funciona desde 2004; en la actualidad, un tercio de los cheques de ese país son depositados electrónicamente.
Según esta disposición, que aplica tanto para cheques comunes como de pago diferido, el cliente deberá conservar el documento en papel durante 60 días a partir del depósito electrónico, plazo
durante el cual el banco podrá exigirle su presentación.
Una vez transcurrido ese plazo, el cliente podrá destruir el cheque. Las entidades que incorporen este servicio podrán establecer, según su criterio, a qué clientes ofrecerlo.