Concordia, Entre Ríos ARG
Viernes, 29 Marzo 2024
   
Información General  Miercoles 30 de Septiembre del 2015 - 09:44 hs.                682
  Información General   30.09.2015 - 09:44   
Fueron alojados en la cárcel de Gualeguaychú.
El cabo de la Policía Federal de Concordia ligado al narcotráfico fue llevado a declarar y luego alojado en la cárcel de Gualeguaychú.
En una gran cantidad de allanamientos, el juez federal de Concepción del Uruguay, Pablo Seró, desbarató una red dedicada a la venta de estupefacientes al menudeo en Concordia y Federación que, se presume, contaba con algún tipo de complicidad policial. Dos efectivos resultaron detenidos: Nelson Darío Gómez, cabo de la Policía de Entre Ríos; y Cristian Humberto Pablo Rivero, cabo primero de la Policía Federal subdelegación Concordia. Ambos fueron derivados a la cárcel. Tras las diligencias, Seró dictó la prisión preventiva de los ocho imputados y su traslado a distintas unidades penales de la provincia, mientras corre el plazo de 10 días para resolver la situación procesal de cada uno de ellos.

Así, una mujer fue alojada en la cárcel de Paraná, cinco hombres fueron remitidos a Concordia y los policías fueron enviados a la cárcel de máxima seguridad de la provincia, en Gualeguaychú.
Durante el fin de semana, la Policía de Entre Ríos realizó una serie de allanamientos en diferentes ciudades de la provincia, como Concepción del Uruguay, Concordia y Federación, donde fueron detenidas ocho personas y se secuestró cocaína, marihuana y elementos vinculados con el tráfico de estupefacientes.

Los detenidos fueron trasladados a Concepción del Uruguay en medio de un impresionante operativo de seguridad e indagados por el juez Seró.

Tras las diligencias, el magistrado dictó la prisión preventiva de los ocho imputados y su traslado a distintas unidades penales de la provincia, mientras corre el plazo de 10 días para resolver la situación procesal de cada uno de ellos. Así, una mujer fue alojada en la cárcel de Paraná, cinco hombres fueron remitidos a Concordia y los policías fueron enviados a la cárcel de máxima seguridad de la provincia, en Gualeguaychú.

Policías en la mira

Nelson Gómez es un cabo de la Policía de Entre Ríos, tiene 27 años, es oriundo de San José de Feliciano y, según se supo de fuentes de la investigación, cumplía funciones en la Comisaría Tercera de Federación.

El sábado a la madrugada, después de un año de investigaciones a cargo de la Dirección Toxicología, efectivos policiales llegaron hasta su casa, en calle Tucumán al 600, provistos de un oficio de la Justicia Federal que habilitaba el allanamiento y detención del cabo Gómez. En la casa, además, se secuestraron varios teléfonos celulares, una docena de chips de diferentes empresas de telefonía y el arma reglamentaria.

Unas horas antes había sido detenido Cristian Rivero, cabo primero de la Policía Federal, en el marco de las mismas actuaciones, pero en Concordia.

En su caso, sin embargo, no es la primera vez que pasaba por un trance similar: en 2013 había sido absuelto de una acusación por abuso de autoridad y falsedad ideológica de documento público, por haber fraguado las circunstancias que posibilitaron un procedimiento irregular en el que terminó incautando cocaína.

El hecho ocurrió el 17 de noviembre de 2005, cuando Rivero y otros dos policías federales de Concordia detuvieron a un automóvil Fiat 147 que realizaba un servicio de entrega de encomiendas en la zona de Colón, San José y Villa Elisa. En el procedimiento dijeron haber encontrado un paquete que contenía 152 gramos de cocaína distribuidos en ocho tizas y en un trozo compacto en forma de alfajor, por lo que detuvieron a los dos hermanos que iban en el vehículo.

Sin embargo, la fiscal Milagros Squivo consideró que “lo que aparentaba ser una exitosa labor de los miembros de la Policía Federal fue una maniobra fabricada y fraguada por ellos mismos”, por lo que los hermanos fueron sobreseídos y los policías terminaron procesados. En el juicio, Rivero fue absuelto y la sentencia resultó confirmada por la Cámara Federal de Casación Penal, aunque en un fallo dividido.