El IPC de julio mostró subas en los rubros alimentos y bebidas (el de mayor peso en el índice) de 1,3%, por arriba del 1% que tuvo el mes anterior, evidenciando el efecto del incremento en los programas de precios. Los mayores aumentos se registraron en equipamiento y mantenimiento del hogar (3,9%) -impulsado por las subas observadas en equipos electrónicos y electrodomésticos-, recreación y cultura (3,3%) -se tomó en cuenta los bienes y servicios que se ofrecieron el mes pasado-, prendas de vestir y calzado (3,3%) y en salud (2,2%), publicó La Nación.
Las variaciones por debajo de la media se dieron en los sectores de transporte (1,8%), bebidas alcohólicas y tabaco (1,4%), vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (1%), comunicación (0,7%) y educación (0,1%).
Según el relevamiento de expectativas de mercado (REM) que publica cada mes el Banco Central, los analistas económicos esperaban para julio una inflación de entre 2,2 y 2,4%. Para el año, las proyecciones anticipan un aumento de precios de 39,5% interanual, con una variación que empieza a crecer luego de los aumentos ya anunciados de 11% promedio en servicios de telefonía e internet y la posible actualización en combustibles. Sin embargo, con las tarifas de luz y gas congeladas hasta fin de año y con parte de los rubros gastronómicos y culturales cerrados, las mayores expectativas de inflación se esperan para el año próximo.