"No podemos ignorar las relaciones de inestabilidad que hay en este momento en nuestro país vecino que se manifiestan en una gran volatilidad cambiaria que altera las relaciones de precios entre los dos países y las paridades de poderes de compra", dijo tras la reunión el ministro de Economía, Danilo Astori. "Por eso, con criterio preventivo y la experiencia acumulada hemos resuelto reinstaurar algunos beneficios del pasado que habíamos suspendido por la buena evolución que ha tenido el turismo receptivo en los últimos tiempos".
"Se ha tomado esta decisión que es una herramienta en la cual hemos tenido una experiencia larga y se ha mostrado como una herramienta poderosa para la conquista de esos turistas argentinos", indicó en tanto la ministra, quien reconoció que el gobierno uruguayo monitorea de cerca la situación económica de Argentina y el impacto negativo que ésta puede tener sobre el flujo de turistas en Uruguay.
Kechichian indicó que su ministerio realiza puntualmente un estudio de mercado en el Gran Buenos Aires y en Córdoba "para ver el estado de ánimo y la decisión de vacacionar o no de los argentinos" y recordó que el turismo argentino pasó de representar el 80% del total al 67%. "Hasta junio veníamos con cifras similares al año pasado, con un 1% más de visitantes, pero las vacaciones de julio nos prendieron algunas luces amarillas", señaló.
Astori, en tanto, destacó que estas medidas propulsoras del turismo suponen un costo para Uruguay pero que por la experiencia previa y la devaluación de la moneda en los últimos meses, se trata de "una renuncia fiscal levemente superior a los USD 20.000.000".